Si se ejercita con consistencia, su cuerpo se pondrá esbelto y fuerte. Ahora hay cada vez más indicios de que el ejercicio también cambia al cerebro y de una forma que los científicos en efecto pueden ver.
Gracias a la tecnología de proyección de imágenes cerebrales, nuevos estudios arrojan luz sobre cómo el ejercicio ayuda al cerebro y lo altera físicamente, volviendo la mente más aguda y resistente al paso de la edad.
Mejor flujo sanguíneo
Antes los expertos no estaban seguros de si el ejercicio aumentaba el flujo de sangre al cerebro.
Para comprobarlo, un estudio consistió en observar a mujeres sedentarias, de 60 años o mayores, que caminaron de 30 a 50 minutos tres o cuatro veces por semana. Los investigadores midieron el flujo al cerebro al comienzo y al final de tres meses y encontraron que el flujo sanguíneo aumentó entre 11% y 15%.
Conclusión: Lo que es bueno para el corazón también es bueno para el cerebro.
"El ejercicio es medicina", dice Rong Zhang, director del Laboratorio Cerebrovascular del Instituto del Ejercicio y Medicina Ambiental. "Cuando aumenta el flujo sanguíneo, aumenta el suministro de oxígeno, glucosa y otros nutrientes al cerebro, y eso hace más felices a las neuronas”
Mejor memoria
Investigadores estuvieron observando un grupo de adultos sanos de 55 a 75 años antes sedentarios.
Después de que los participantes se ejercitaron 60 minutos tres veces por semana por 12 semanas, mediante escaneos de resonancia magnética se compararon los cambios en su cerebro con el de un grupo que no hizo ejercicio.
Los que se ejercitaron mejoraron su memoria, gracias al mayor flujo sanguíneo al hipocampo, la parte del cerebro que controla la memoria.
Conclusión: Olvídese de pociones y juegos "cerebrales" que prometen rápidos resultados. "El ejercicio físico mejora la memoria", dice Sandra Chapman, directora del Centro para la Salud Cerebral.
Beneficios a largo plazo
En este estudio se midió la estructura y conectividad cerebral de 10 atletas veteranos, de edad promedio de 75 años, que realizaron entrenamiento aeróbico de competencia por al menos 15 años, y sus resultados fueron comparados con los de 10 personas sedentarias de similar edad y educación.
Los atletas demostraron una "mejor integridad de materia blanca" en áreas asociadas con la memoria, el control motriz y la atención (Las anomalías en la materia blanca están vinculadas al Alzheimer y la demencia).
Conclusión: En términos simples, así como se espera que un atleta luzca más joven físicamente, resulta que algunas regiones del cerebro de los atletas se veían "más jóvenes" que las de sus contrapartes sedentarios.
"El ejercicio aeróbico a largo plazo tiene un efecto definitivo y mensurable en la salud del cerebro", dice el doctor. BenjaminLevine, del Instituto del Ejercicio y Medicina Ambiental.
Receta: ejercicio
¿Cómo se traducen estos estudios en recetas de ejercicio prácticas? Aún se necesitan más estudios para determinar la rutina de ejercicio óptima, pero esto es lo que los médicos e investigadores recomiendan:
Chapman: Caminar u otro ejercicio aeróbico que aumente el ritmo cardiaco, por 50 minutos, tres veces por semana.
Levine: Ejercitarse al menos cuatro o cinco veces por semana, incluyendo dos sesiones por semana de ejercicios de fuerza y una o dos sesiones de ejercicio aeróbico intervalado. A Levine le gusta la rutina "4x4", es decir cuatro ciclos de cuatro minutos cada uno de esfuerzo casi total (95% de su ritmo cardiaco máximo), seguidos de tres minutos de recuperación.
Zhang: Al menos de 30 a 45 minutos de caminata acelerada, pedaleo o natación diarios la mayoría de los días de la semana.
Si estas recetas le intimidan o le parece que consumirán su tiempo, no se desespere. Simplemente empiece a moverse. Los tres coinciden: poco ejercicio es mejor que nada.
Los beneficios en la salud, aun del ejercicio moderado -pasear, trabajo doméstico- , ya están demostrados.
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