La iniciación sexual a los 12 y 14 años de edad
Venezuela es el país de Sudamérica con mayor tasa de embarazo adolescente. Y el tercero de todo el continente solo por detrás de Nicaragua y República Dominicana. Según datos de la Organización de Naciones Unidas, 91 de cada 1.000 gestantes tiene menos de 18 años. Un problema asociado principalmente a familias disgregadas y de bajos recursos que se repite generación tras generación y que el Gobierno venezolano asume como el segundo gran problema de salud sexual.
Se presume que la edad media de iniciación sexual en Venezuela se sitúa entre los 12 y 14 años de edad, lo que unido a la escasez de información y a la falta de prevención crea el caldo de cultivo de los embarazos precoces.
“Es lamentable la desinformación y los mitos y tabúes que se dan en la familia y la escuela y que han abocado a la mujer venezolana a abortos y enfermedades de transmisión sexual”, asevera Yohanna Ysazzi, consejera en salud sexual y reproductiva.
Las adolescentes no suelen usar métodos anticonceptivos en sus primeras relaciones sexuales y, a pesar de que nueve de cada diez los conoce, solo 1 de cada diez los usa, según datos de la Encuesta Nacional de Población y Familia.
Además, el aborto no esta regularizado en Venezuela, por lo que “muchas de estas niñas lo practican en condiciones inseguras como en lugares ilegales o introduciéndose ellas mismas objetos en la vagina”, reseña Ysazzi. De hecho, el 6,4% de las adolescentes han tenido un aborto y se producen dos muertes semanales por su mala práctica. Las complicaciones obstetricias son la tercera causa de muerte de las mujeres de 15 a 19 años, que tienen cinco veces mas probabilidades si el rango de edad desciende a las que se encuentran entres los 10 y los 14 años.
Un problema 'hereditario'
“Embarazo adolescente significa haber tenido una infancia dificil. La falta de un referente paterno hace que estas niñas lo busquen en los lideres de la comunidad, generalmente 'malandros' del barrio (delincuentes) y se queden embarazadas para salir de una situación de hacinamiento en el hogar y así mejorar su calidad de vida”, explica Carina Briceño, coordinadora proyectos de la Asociacion Civil Niña Madre, que trabaja desde hace dos décadas en la prevención y atención psicológica a las menores en la parroquia caraqueña de Coche.
Sin embargo, muchas veces los padres, también adolescentes, no se ocupan del bebe o fallecen jóvenes, en una ciudad en la que en los barrios populares cada fin de semana se registran alrededor de cincuenta muertes violentas y la edad de defunción es muy baja.
“De esta manera, la madre queda soltera y se repite el patrón que vivieron en casa”, añade Briceño, que lucha desde la asociación porque haya transferencia de madre a hijo ya que normalmente se comportan con ellos como fueron tratadas en casa y eluden su responsabilidad con el bebe porque no tienen la capacidad.
Repercusiones
El embarazo precoz acarrea también repercusiones sociales y económicas ya que contribuye al fortalecimiento de pobreza. Dos de cada cinco embarazadas abandonan los estudios y continúan teniendo hijos a pesar de su corta edad. Es el caso de Yubiri Reyes, una manicurista de 23 años que a los 14 aborto, a los 16 tuvo su primer bebe totalmente sola y ahora tiene dos hijos mas de su esposo, que la abandono hace un año.
Tres niñas a las que cría en uno de los barrios populares de Caracas. “Sobre todo cuando era más jovencita yo misma me daba cuenta del desdén con el que las trataba. Pero ahora lo tengo claro, mi única meta es que no les pase lo que a mí. Que no las venga a engañar ningún malandro, que estudien, que tengan un buen trabajo y que cuando estén asentadas tengan sus hijos. Es la única manera de salir del barrio”.
Paula Vilella.
Paula Vilella.
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